"Cuando se llega a pensar en el suicidio, uno se pone una cruz sobre sí mismo, vuelve la espalda al pasado, se declara a sí mismo fracasado y sin recuerdos válidos. Estos recuerdos ya no pueden llegar hasta el hombre, no pueden salvarle ni sostenerle. La continuidad de la existencia interior se quiebra, la personalidad muere. Y puede que, en definitiva, uno se mate no por fidelidad a la decisión tomada, sino por no poder soportar más esta angustia que no se sabe a quién pertenece, este sufrimiento es ausencia del ser sufriente, esta vana espera que no llena una vida que debe continuar."
Borís Pasternak
Gracias a Y. C. S. protagonista de la foto.